sábado, 12 de febrero de 2011

Aviso

Aviso:
La ciudad tiene una boina para la tráquea
y, aún así, respiramos con pasión.

Aviso:
Hay un haz por el que navega la suerte
y habrá de tocarle al desconocido.


Estoy viendo en los lirios una entrega por exhumarse,
estoy amando demasiado como para poder decir
que estoy amando demasiado como para poder decir
que en el mundo hay una pulga con sentido.


Aviso:
Trescientos kilómetros son suficientes
para que la amistad no sea, o sea:
ósea especulación traiga por distante.


Aviso:
El trabajo me cansa tanto tanto
y es tan inútil, tanto tanto,
que al describírselo a las niñas
lloraron una comba por el ojo.


Aviso para los estantes:
acumuláis tanta cosa innecesaria
que será imposible el perdón.


Cogido de la mano de la lluvia
he visto los desastres venideros,
he dicho: allí, allí, se queja el magma,
allí, allí, la litosfera. Allí
.


Tengo un coche diesel por si acaso
el gorro le queda pequeño a la ciudad,
tengo miedo, tengo miedo de hacer bien las cosas,
tengo miedo y te contagio y te contagio y te contagio.


Me aviso
de que me he visto
peligroso
en el letrero.


¡Aviso:
estoy saliendo a la calle,
cuidado, cuidado, cuidado!

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