jueves, 3 de septiembre de 2009

Dragones y mazmorras


Son días, me convenzo,
en que el primer esputo es fuego
y mi madre no tiene la culpa del dragón.

Y no me baño por no secar el mar
y no me extraño por no sacarme el mal
y maldigo a los niños con raquetas.

Si me hablan me invento la resaca
y me monto en el oído baterías,
y si me sonríen te juro que atropello
a las rocas con las piedras de mi nombre.

Que no hay mosca que no estorbe
ni risa sin forma de kalashnikov.

Luego te pienso:
traqueotomía precisa del dragón
y me calmo en el hedor
de tu mazmorra.

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